Seamos fieles sin importar el costo
«El que es fiel en lo muy poco también es fiel en lo mucho; y el que en lo muy poco es injusto, también es injusto en lo mucho» (Lc 16:10).
A partir del capítulo 37 de Génesis, el enfoque pasa de Jacob a José. Su hijo preferido.
Tengo dos hermanas, y aunque no lucho con los celos o las preferencias, imagino lo difícil que debió haber sido para los hermanos de José ver cómo su padre le amaba a él más que a ellos.
Sin embargo, aunque los celos de los hermanos de José se hacían cada vez más fuertes, José no tenía miedo de ellos. Debido a su carácter y a la integridad de su corazón, él le daba a su padre informes malos acerca de sus hermanos mientras estaban apacentando las ovejas. No sabemos qué le decía o a qué exactamente se referían esos informes, pero sabemos que José tenía la capacidad de ver las cosas y de juzgar entre lo bueno y lo malo.
Dios estaba preparando a José para lo que vendría mas a adelante. Con cada sueño y en cada oportunidad, José sabía que Dios estaba obrando en su corazón.
José fue fiel en el campo, apacentando ovejas, informando a su padre, cuidando su corazón para no contaminarse con las acciones y los ejemplos de sus hermanos.
José fue fiel al contar acerca de esos sueños en los que él era el centro y sus hermanos y su padre se rendían ante él. Tal vez lo más fácil hubiera sido callarse y atesorarlos en su propio corazón, pero me encanta ver que él no dudó en compartirlos con sus hermanos y su padre, porque así una vez se llevaran a cabo, ellos podrían ver que todo había sido organizado y orquestado por Dios.
El carácter de José, tan diferente al de su padre Jacob, es algo que siempre ha llamado mi atención. Normalmente los hijos tienden a imitar el ejemplo de sus padres. Sin duda alguna, José habrá escuchado acerca de todos los engaños de Jacob, de su proceder para conseguir lo que quería. Mientras Jacob, engañaba para recibir algo que por derecho y disposición divina le pertenecía, José confiaba en Dios para que a Su tiempo y según Su plan todo fuera cumplido en su vida.
¡Qué contraste! Gloria a Dios que tenemos un ejemplo de que no es necesario imitar los malos ejemplos, que podemos, en Cristo, ser diferentes.
La historia de José nos motiva a confiar en Dios y a tener un carácter similar, sin importar la tentación, las envidias, los sentimientos que nuestra fidelidad pueda provocar en otras personas. Debemos ser fieles a Dios, en lo poco y en lo mucho. Hacer lo que Dios nos ha dado para hacer y sobre todo hacerlo con integridad y gozo, sin importar las consecuencias.
Padre, gracias porque tenemos ejemplos en Tu Palabra de personas que fueron fieles en lo poco y que entendieron que al hacerlo así Tu bendición estaría sobre ellas. Ayúdanos a ser fieles en todas aquellas cosas que nos has mandado hacer. A no decaer por lo aparentemente “insignificante” de la labor o por el tamaño de esta. Ayúdanos a serte fieles a pesar de la adversidad, de la oposición o de la crítica.
Ayúdanos a recordar que debemos hacer todo para Tu gloria (1 Co 10:31). Te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.
Sirviendo para su gloria
Mónica Carvajal