Reseña: El azul es para los niños
«El azul es para los niños: Formando la masculinidad bíblica en la niñez»
El título de este libro llamó mi atención tan pronto como supe de él, ya que, aunque no tengo hijos hombres, tengo sobrinos y niños a mi alrededor que anhelo ver llegar a los pies de Cristo.
Así que, si eres como yo y anhelas que esos niños que están creciendo y desarrollándose a tu alrededor puedan encontrar su identidad en Cristo, disfrutar de una masculinidad bíblica y entender por qué esto es importante, este libro es para ti.
En «El azul es para los niños», Karla de Fernández nos muestra el camino para llegar al corazón de nuestros hijos con el evangelio.
Lo primero que me parece prudente aclarar es que, aunque este recurso está enfocado en los niños, también puede ser leído por madres de niñas, ya que desde el inicio su autora nos recuerda que este libro no es «un manual con pasos a seguir para tener hijos masculinos; se trata de Cristo» (p4) y del «poder de Dios […] por medio del evangelio de Cristo para criar hijos que respondan al diseño de Dios para la gloria de su Nombre» (p4).
Vivimos en una época donde hay tanta confusión respecto a la crianza y a la manera de educar a nuestros hijos, que temas tales como la feminidad y la masculinidad bíblica son vistos de reojo por la sociedad, como si intentar educar a nuestros hijos en los valores y principios de la Palabra de Dios fuera algo absurdo y completamente anticuado. Esto no debería sorprendernos porque, estamos en una guerra por el alma de nuestros niños y para ganarla, es muy importante que recordemos «nuestra necesidad de Cristo, de estar dependiendo de Él y de Su Palabra porque necesitamos conocer quién es Dios, quiénes somos nosotros y quiénes son nuestros hijos a la luz de la Palabra de Dios» (p2).
A la luz de este principio es que, Karla, nos anima a través de todas las páginas del libro a mostrarle a nuestros hijos el evangelio y la necesidad que tienen del Salvador, mientras nos exhorta con diligencia a recordar que el propósito de nuestra maternidad es criarlos para la gloria de Dios (p4).
Este libro nos ayuda a entender el problema detrás de «“las nuevas masculinidades”, una propuesta para eliminar roles de género en el quehacer cotidiano […] y re-pensar las formas tradicionales de ser hombre» (p7-8), ya que con gracia y sabiduría, Karla, nos recuerda que «no es imponiendo ideologías que se cambia al ser humano» (p9) mientras con mucha convicción y amor, nos ayuda a ver que la verdadera solución para criar hombres masculinos es por medio de «una transformación del corazón» (p9), ya que el problema no es el comportamiento sino el corazón (p96).
A través de diez capítulos llenos de sabiduría y gracia, Karla nos motiva a ver la crianza de los niños desde la perspectiva bíblica, a verlos como personas que al igual que nosotros necesitan a Cristo, por lo tanto, no es una tarea que hacemos solas, ya que, Cristo está con nosotras y contamos con la comunidad de gracia que Dios nos ha dado en la iglesia (p41).
Karla nos recuerda que algún día los hijos que Dios nos ha dado, saldrán al mundo y nos hace preguntas que nos invitan a evaluar los fundamentos que le hemos dado a los niños para defender la fe (p43), mientras al mismo tiempo nos muestra qué es la masculinidad bíblica, su esencia y cuáles son las distorsiones que impiden que esta sea manifestada(p84).
Otro asunto relevante que me gustaría destacar es la sensibilidad con la que, Karla, nos muestra la realidad de una juventud que se encuentra fragmentada, mientras busca la aprobación del mundo, y llora silenciosamente la ausencia de sus padres (p44). Al mismo tiempo, nos ofrece las herramientas para ayudar a nuestros hijos a entender que su identidad debe estar fundamentada en Cristo, mientras nos recuerda que para ello necesitamos ayudarles a entender el amor, el perdón y la aceptación que tienen en Cristo (p44, 92).
¿Por qué todo esto es importante? Porque como madres, estamos «criando a la siguiente generación de hombres que vivirán con integridad y honor, cimentados en la Palabra de Dios» (p46). Sí, este libro está enfocado en la masculinidad bíblica, pero sin duda alguna los principios y la perspectiva que encontramos en sus páginas son aplicables tanto para los niños, como para las niñas.
Karla, de una manera llena de gracia nos invita a ser «conscientes de que los hijos que tenemos a nuestro cuidado son almas por las que Cristo también murió» (p63) y que por lo tanto necesitamos darles la esperanza del evangelio y hablarles del sacrificio de Cristo (92).
Te invito a leer este libro para poder entender la importancia de la labor que tienes como madre, así como el papel de la iglesia y de la familia en la educación y crianza de los niños.
Podría compartirte tantas frases que llamaron mi atención y que Dios ha usado por medio de la lectura de este libro, pero es mi oración que lo compres, lo leas, lo subrayes, lo abraces como un amigo que Dios te da para que te acompañe en este hermoso y sacrificial viaje de la maternidad. «Paguemos el precio» (p53) muriendo a nosotras mismas y «poniendo a nuestros hijos en el lugar que les corresponde en nuestro hogar» (53).
Aceptemos la invitación de Karla a involucrarnos activamente en la educación teológica de nuestros hijos, a discipularlos, a compartirles el evangelio y a ver la maternidad a la luz de la eternidad (p66), para que «al final de nuestros días podamos decir con total seguridad: “No tengo mayor gozo que este: oír que mis hijos andan en la verdad” (3 Jn 4, NBLA)» (p129).
Sirviendo para su gloria
Reseña realizada por Mónica Carvajal
@monicacarvajalconsejeria