¿Qué produce la falsa esperanza?
Querida hermana, si has depositado tu esperanza en ti misma, en las circunstancias o en las metas que te has trazado para tu vida, probablemente te has dado un golpe de realidad y te has encontrado luchando contra la desesperanza, ya que de algún modo esa esperanza depende de ti misma y de otros, y la estás dirigiendo a la dirección equivocada y poniéndola en un objeto falso.
Así que hoy te quiero invitar a leer la conclusión a la que llegó el rey Salomón cuando consiguió todo lo que quería, cuando su esperanza humanamente hablando había sido alcanzada, para que cuando te encuentres en esa situación puedas decir como él “por tanto, desesperé por completo de todo el fruto de mi trabajo en que me había afanado debajo del sol” (Ec 2:20), y puedas correr a Cristo y descansar en Él, porque cuando pones tu esperanza en otra cosa o persona aparte de Cristo, y cuando cumples el proyecto de tu vida y no hay nada más por lo cual trabajar, se va perdiendo el sentido de la vida y de tu esperanza.
La buena noticia es que el proyecto de nuestra vida, que es, nuestra glorificación por toda la eternidad ya es una realidad, y poco a poco Dios va obrando en nuestros corazones para parecernos más a Cristo.
Nosotras como cristianas, incluso cuando las cosas parecen humanamente imposibles, tenemos esperanza, porque sabemos que todo lo que es imposible para nosotras es posible para Dios y podemos confiar en Él y en Su capacidad para hacer lo que Él nos ha prometido.
En la próxima entrega hablaremos acerca de cómo podemos tener esta esperanza.
Sirviendo para Su gloria
Mónica Carvajal
Pd: este escrito fue publicado originalmente en la página de Facebook e Instagram de Ella Habla Verdad.