By September 10, 2024 Read More →

No nos podemos esconder de Dios

“¿Adónde me iré de Tu Espíritu, o adónde huiré de Tu presencia? Si subo a los cielos, allí estás Tú; Si en el Seol preparo mi lecho, allí Tú estás. Si tomo las alas del alba, y si habito en lo más remoto del mar, aun allí me guiará Tu mano, y me tomará Tu diestra” (Salmo 139:7-10).

“La palabra del Señor vino a Jonás, hijo de Amitai:  «Levántate, ve a Nínive, la gran ciudad, y proclama contra ella, porque su maldad ha subido hasta Mí».  Jonás se levantó, pero para huir a Tarsis, lejos de la presencia del Señor. Y descendiendo a Jope, encontró un barco que iba a Tarsis, pagó el pasaje y entró en él para ir con ellos a Tarsis, lejos de la presencia del Señor” (Jonás 1:1-3).

Dios es soberano siempre, no hay nada que podamos hacer o decir que impida que Sus propósitos se cumplan.

Jonás pensaba que podía huir de Dios y hacer su voluntad, fue caprichoso, ignorante y arrogante. Creía que al cambiar de destino, Dios cambiaría de propósito. Pero Dios que es el Creador de los cielos y la tierra. Un Dios omnisciente que lo conoce y lo sabe todo, vio cómo Su profeta se reveló en contra de Su voluntad y estaba decidido a viajar en la dirección contraria a la que había sido enviado, para irse “lejos de la presencia del Señor”.

Tal vez el profeta no había entendido lo que el rey David escribió en el salmo 139:7-10, que no hay ningún lugar a donde podamos huir o escondernos de la presencia de Dios.

Probablemente cuando el rey David escribió este salmo estaba pasando un momento de asombro en la presencia de Dios, recordándose a sí mismo que Dios es soberano, poderoso, omnisciente y omnipresente. El salmista sabía que Dios lo conocía totalmente, que sus caminos no le estaban ocultos, que los pensamientos más profundos de su corazón estaban siendo escudriñados por el Dios que lo había creado y cuyo conocimiento es tan profundo y maravilloso que no puede ser comprendido por un simple mortal.

Recuerda, no nos podemos esconder de Dios, Él lo llena todo, no solo la tierra, sino también el universo entero que creó con Su Palabra.

La soberanía de Dios no depende de que el hombre obre o deje de hacerlo. Tarde o temprano Dios obrará en la vida de quienes Él quiere, para cumplir Su voluntad.

Necesitamos recordar cada día que Dios nos ve y que Él es soberano, que no hay ningún lugar a donde podamos huir de Él para no hacer lo que nos pide.

Como no podemos escondernos de Dios, ni ocultarle los motivos de nuestro corazón, este pensamiento debería llenarnos de un temor santo, de un deseo por no querer hacer lo malo ante Sus ojos, por no querer transgredir ninguno de Sus mandamientos o desobedecer ninguno de Sus preceptos.

Entender que Dios está siempre con nosotros y que nunca estamos solos, debería llenar nuestros corazones de paz, de seguridad, de confianza. Nuestras vidas están en Sus manos.

Oración: Padre, ayúdanos a recordar que siempre estás a nuestro lado, que no hay ningún lugar a donde podamos escondernos de ti o huir de Tu presencia. Que nuestros corazones respondan en obediencia a Tu Palabra y te honremos con nuestra obediencia. Gracias porque por Tu gracia no nos permites alejarnos de Tu presencia.

En el nombre de Jesús. Amén.

Sirviendo para Su gloria

Mónica

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