Como David
Como David, tú quieres mi corazón para hacerlo conforme al tuyo, y cuando puedo hacer tu voluntad porque mi deseo es servirte y obedecerte, tú me preparas y te encargas de ayudarme a vencer a mi Goliat.
Quitas mis miedos y me permites prepararme para hacer tu voluntad. No tengo miedo porque en medio de mis pruebas tú conmigo estás.
Y aunque soy el menor y el que aparento no tener ni una oportunidad, tú me das las fuerzas y la gracia para la corona alcanzar.
Como David quieres que sea imitando yo su fe,quieres que siempre te obedezca para no dejarme caer en las garras del enemigo que acecha y mi alma quiere para él.
Mi Jesús, tú ya has vencido a la muerte en mi lugar, con tu vida tú pagaste el precio de mi libertad y lo único que puedo darte esta noche es mi canción…
Solo puedo cantar salmos al que pone en mi corazón una canción en momentos dolorosos y también de felicidad, al que inspira a mi alma en la noche y en el día, aún en medio del gigante de la dificultad.
Gracias porque como a David le diste fuerza, a mí también me la das, porque él con una piedra venció a su Goliat, y yo con tu palabra puedo vencer al temor, al pecado, a la muerte y a la incredulidad.
Solo puedo darte honra desde ahora y por la eternidad, por ser ese Dios perfecto, poderoso y siempre fiel, que me guarda entre sus brazos y con sus alas me abriga para a mi alma ayudar a descansar.
Eres tú mi fiel amigo que me ayuda a caminar en momentos cuando siento que no puedo un paso dar, que la fuerza se me acaba y me voy a desmayar, la verdad es que tú eres el que me alza y me ayuda a continuar, el que guía mi camino por los valles de la sombra, de la muerte y de la adversidad, el que me levanta y lleva en los brazos hasta el Padre, para volver a tomar nuevas fuerzas cada día para la batalla ganar.
Mónica Carvajal. ©