By September 23, 2024 Read More →

¿Dónde está tu identidad?

Tiempo de lectura: 5 minutos

Estoy segura de que alguna vez te has preguntado: ¿Quién soy? Y tal vez te has sentado con papel y lápiz a responder con toda sinceridad desde tu perspectiva quién eres. Puede que la lista sea algo así como: esposa, madre, hija, empleada, jefa, ama de casa, viuda, soltera, divorciada, sobreviviente de cáncer, etc.

Puede que tal vez, al igual que yo, te hayas preguntado ¿Cómo me ven las personas que me rodean? y que hayas caído presa de la opinión de otros seres humanos, que están en la misma posición que tú, olvidando la única opinión que realmente importa: la de Dios.

La RAE define la palabra identidad como el “conjunto de rasgos propios de un individuo o de una colectividad que los caracterizan frente a los demás” y como la “conciencia que una persona o colectividad tiene de ser ella misma y distinta a las demás”. El hombre define quién es y cuál es su identidad basándose en las características que lo diferencian o lo caracterizan frente a los demás.

En la cultura popular la identidad se define por factores externos que pueden traer confusión a nuestras vidas, ya que muchas veces confundimos nuestra identidad con las cosas que hacemos o las funciones que desempeñamos.

Pero, mi querida hermana, todas estas cosas que acabo de mencionar son circunstanciales, son situaciones que podemos vivir y experimentar por un corto periodo de tiempo, de este lado de la eternidad. Cuando nuestra identidad reposa en nuestras habilidades, capacidades, posesiones, títulos, etc., puede desaparecer en cualquier momento, ya que podemos perder el trabajo, los hijos, el esposo, incluso la habilidad de hacer lo que hacemos.

Este enfoque solo nos dejará con un sentimiento de inseguridad y vergüenza, ya que hemos puesto en personas, situaciones o cosas, nuestro valor y el sentido de nuestra vida. Por lo tanto, no necesitas sentarte y hacer una lista exhaustiva de todas las cosas que haces, de todas las relaciones que tienes ni de todas las experiencias que has vivido, para encontrar tu identidad. Tu identidad no radica en cosas externas o ni siquiera en ti misma. En la profesión que ejerces, el dinero que tienes, los hijos que educas. Así que, quiero recordarte que nada de eso te define. En ninguna de estas cosas radica tu identidad.

Tu identidad es definida por lo que Dios ha hecho en ti. Abigail Dodds en su libro “una mujer atípica” dice: “el verdadero autoconocimiento viene de conocer a Dios, de mirar hacia fuera, no hacia dentro” (pg.30). ¿Lo ves? No tienes que mirarte a ti o a quienes te rodean para determinar tu valor, tu identidad, tu propósito en este planeta. Necesitas mirar a través del telescopio de la Palabra de Dios y lo que Dios dice acerca de ti. Si estás en Cristo, Él es quien te define, quien te dice exactamente quién eres y cuál es tu identidad.

Cuando crees en Jesucristo, en Su vida perfecta, Su muerte en el Calvario como el pago por tu pecado y en Su resurrección de los muertos, y naces de nuevo, recibes un nuevo corazón, te conviertes en una hija de Dios (Jn 1:12) y recibes una nueva identidad (2 Co 5:17).

Con esto en mente quiero que veamos lo que Efesios 1 dice acerca de tu identidad.

En Cristo, eres escogida para ser santa (Ef 1:4)

En Cristo, eres amada, predestinada y adoptada para ser hija de Dios (Ef 1:5)

En Cristo, eres perdonada (Ef 1:7)

En Cristo, has sido sellada con, y te has convertido en el templo del Espíritu Santo (Ef 1:13).

¿Lo ves? Tu identidad radica en lo que Cristo ha hecho por ti. Eres una hija de Dios que ha pasado de vivir en un reino de tinieblas y oscuridad, a vivir en el reino de la luz y de la vida. Has pasado de ser pecadora a ser perdonada.

Esa es tu identidad, la de una mujer perdonada por gracia, sellada con el Espíritu Santo, por lo tanto, ahora mi querida hermana, eres una nueva persona que puede vivir libre de la culpabilidad, del enojo, del miedo, de la duda, de la incertidumbre, del pecado.

Cristo te ha hecho Suya, te ha dado libertad para que por medio de Él puedas vivir confiada, esperanzada, gozosa aun en medio de la adversidad y el sufrimiento. Para que seas una mujer piadosa que busca reflejar la santidad en su vida. Una mujer que usa sus dones y talentos, no para llamar la atención hacia sí misma, sino para mostrar las virtudes de Aquel que la llamó para ser suya.

Tu identidad verdadera se muestra al mundo cuando con paciencia corriges a tus hijos, cuando sirves a quienes te rodean, cuando en lugar de dar lugar al enojo y al resentimiento perdonas, cuando el amor es el marco en medio del cual vives tu vida y le das gloria a Dios.

Permite que las personas vean a Cristo en ti y quieran conocer al Dios verdadero que te ha hecho Su hija y te ha dado una nueva identidad.

Sirviendo para Su gloria

Mónica

pd: este artículo fue publicado originalmente en la página del ministerio mujer que persevera

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