El Espíritu Santo es el que hace la obra
En el libro ¿Cómo puedo cambiar? Victoria en la lucha contra el pecado, Robin Boisvert dice: «El Espíritu Santo y la Biblia conspiran juntos para convencernos de nuestra gran necesidad de Dios[…] ellos nos convencen para poder convertirnos, y nos convierten para poder transformarnos».
El Espíritu Santo obra en nuestro corazón por medio de la Palabra de Dios. «Toda Escritura es inspirada porDios y útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia» (2 Ti 3:16). Citando nuevamente a Boisvert: «La Escritura tiene un singular poder para producir cambio en el cristiano. Nos enseña las leyes y los caminos de Dios, luego nos reprende cuando no cumplimos con esa instrucción. Pero también nos corrige. No solo nos dice que estamos equivocados; sino que nos vuelve a levantar y nos pone en el camino recto. Finalmente, nos instruye en justicia, enseñándonos cómo vivir».
La importancia de la Biblia como herramienta usada por el Espíritu Santo en el proceso de santificación es innegable. Necesitamos conocerla para comprender nuestra verdadera necesidad en esta vida: conocer al Dios verdadero. Y nuestro propósito en esta vida: Ser transformadas a la imagen de Su Hijo Jesucristo.
La Palabra transforma nuestra mente, nuestros deseos, nuestras metas, nuestra vida, poniendo en nuestro corazón el parámetro de Dios para poder vivir una vida de santidad que realmente le agrade.
Así que, en el contexto de la consejería bíblica, el consejero se apoya en la Palabra de Dios para dar consejo sabio y oportuno, mientras depende del Espíritu Santo para obrar en el corazón del aconsejado.
El cambio se da de manera paulatina, paso a paso, un día a la vez, cuando en sumisión obedecemos y actuamos de acuerdo con lo que Dios nos dice en Su Palabra. Santiago 1:22 nos exhorta a ser «hacedores de la palabra y no solamente oidores que se engañan a sí mismos».
Si Dios ha puesto personas en tu camino que necesitan consejo, abre la Biblia, ora y confía en que el Espíritu Santo producirá el cambio y les guiará a aplicar sus corazones a la verdad de las Escrituras.
Pd: Este artículo fue publicado originalmente en la página del ministerio Mujer que Persevera. Usado con permiso.