¿Has nacido de nuevo?
«Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a Su Hijo unigénito, para que todo aquel que cree en Él, no se pierda, sino que tenga vida eterna» (Jn 3:16).
En el encuentro entre Nicodemo y Jesús, este hombre, principal entre los judíos, un maestro, quería conocer la verdad, pero tenía miedo de que le vieran y decide ir a Jesús de noche.
Reconoce que Jesús es diferente, un maestro, alguien que conoce a Dios y hace las obras de Dios porque Dios está con Él.
Así que Nicodemo, se acerca a Jesús con una afirmación: «sabemos que has venido de Dios», y Jesús le responde: «te digo que el que no nace de nuevo no puede ver el reino de Dios» (Jn 3:2-3).
Imagino la cara de Nicodemo ¿Qué? ¿Cómo es eso posible? ¿Podemos volver al vientre de nuestra madre y nacer de nuevo?
El aspecto físico, la realidad visible, lo que podemos entender estaba en la mente de Nicodemo, pero Jesús estaba presentando una realidad espiritual, algo mucho más profundo y necesario.
Jesús habla del espíritu que está muerto en el hombre debido al pecado y que necesita ser regenerado, es decir, nacer de nuevo espiritualmente. No es algo que humanamente hablando podamos hacer. Ningún hombre puede por sus propios medios nacer.
De la misma manera en la que no hicimos nada para nacer de nuestros padres, no hay nada que podamos hacer para nacer espiritualmente.
Es una obra de Dios en nuestro corazón, es algo que nos pasa mientras buscamos la verdad y entonces el Espíritu Santo obra en nuestros corazones y nos ayuda a ver la luz, no como una enemiga, sino como la que nos va a permitir ver con claridad nuestra condición.
Me encanta Juan, porque nos presenta el mensaje como un contraste entre la luz y las tinieblas, entre la vida y la muerte.
El que cree en el Hijo nace de nuevo…
El que cree en el Hijo tiene Vida Eterna…
El que cree en el Hijo viene a la luz…
El que cree en el Hijo no es condenado…
El que cree en el Hijo es hijo de Dios.
La salvación no es algo que se gana por ser una buena persona o hacer todo bien, la salvación es un regalo que Dios le da a aquella persona que cree en el sacrificio perfecto de Su Hijo. ¿Has nacido de nuevo? ¿Crees esto? ¿O dependes de tus buenas obras?
Mónica Carvajal