Imagino que al igual que yo tienes algunos propósitos en mente para el próximo año.
Es normal hacer planes y pensar en aquellas cosas que nos gustaría alcanzar.
Estamos inspiradas por los nuevos números en el año y las páginas en blanco del calendario. Un nuevo comienzo. Una nueva oportunidad para marcar la diferencia en nuestras vidas o en las vidas de quienes nos rodean.
De alguna manera tendemos a pensar que algo cambia también en nuestras vidas, cuando la realidad es que lo único que cambia es un número al final del año (2024-2025).
Objetivos para el año nuevo cómo hacer ejercicio, ahorrar, aprender algo nuevo, casarse, conseguir un nuevo trabajo, leer más, pasar más tiempo con la familia, etc., aunque son buenos, no deberían ser el centro de nuestras resoluciones como hijas de Dios.
Nosotras seguimos siendo las mismas mujeres que fueron creadas por Dios, con el propósito de darle gloria a Él todos los días de nuestras vidas.
Fuimos creadas para Él, así que, los 365 días del calendario deberíamos estar enfocadas en Su gloria y en Su nombre, mientras crecemos en nuestra semejanza a cristo.
Te dejo algunas ideas…
¿Qué dices? ¿Te unes al reto? Déjame tus comentarios.