By June 10, 2019 0 Comments Read More →

A cuidar el corazón

El Diccionario Evangélico de Teología Bíblica de Baker dice: «El “corazón” (hebreo lebab / Gk. Kardia [kardiva]) aparece más de mil veces en la Biblia, por lo que es el término antropológico más común en las Escrituras. Denota el centro de una persona tanto para actividades físicas como emocionales-intelectuales-morales; a veces se usa figurativamente para cualquier cosa inaccesible».

El corazón hace referencia a los deseos, a la voluntad, al pensamiento y a los motivos o intenciones que el hombre tiene.

Romanos 13:14 nos exhorta «…no proveáis para los deseos de la carne».

Jesús mencionaba la condición verdadera de nuestro corazón en Marcos 7:21-23 «”porque de adentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, fornicaciones, robos, homicidios, adulterios, avaricias, maldades, engaños, sensualidad, envidia, calumnia, orgullo e insensatez. Todas estas maldades de adentro salen, y contaminan al hombre”» (Mr 7:21-23 LBLA).

Matthew Henry en su comentario bíblico dice acerca de este pasaje «así un corazón corrupto emite razonamientos corruptos, apetitos y pasiones corruptos, y todas esas palabras y acciones malvadas que son producidas por ellos».

¿Ves la conexión? Los malos pensamientos, las avaricias, el engaño, la envidia, la soberbia, la insensatez se refieren a pecados que están en la mente y en el corazón. No son acciones en si físicas, pero son pecados que se anidan en el corazón y llevan al hombre a actuar conforme a ellos.

La fornicación, el homicidio, y el adulterio son pecados que nacen en el corazón, pero se evidencian de una manera más clara porque involucran una acción física de nuestra parte, así que esos son pecados más difíciles de ocultar.

Sin embargo, todos esos pecados, aquellos que se manifiestan internamente y aquellos que se dejan ver externamente, son pecados que tienen su origen en el órgano espiritual más importante que tenemos: el corazón.

El profeta Jeremías nos advierte «engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?» (Jr 17:9). Para el hombre es muy difícil reconocer la verdadera condición de su corazón, debido al pecado que mora en él y a la ceguera espiritual en la que vive, como dice el apóstol Juan en su primera carta «si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros» (1 Jn 1:8).

El autor del libro de proverbios nos exhorta diciéndonos «sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida» (Pr 4:23).

Así que hoy es el día en el que necesitamos dejar que la Palabra de Dios escudriñe nuestros corazones y nos guíe al arrepentimiento. La Palabra descubre a nuestras vidas aquello que a Dios no le agrada y nos ayuda a enfocar nuestra mente y corazón en aquellas cosas que le traen gloria a Su nombre.

Hebreos 4:12 «Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón».
Dios te bendiga
Mónica Carvajal

Posted in: santidad, Vida Cristiana

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