By June 23, 2016 0 Comments Read More →

Cuando ves a Jesús

Cuando nos encontramos con Cristo, podemos ver como nuestra vida cambia. Ya no somos los mismos de ayer; nuestra manera de ver el mundo, de entenderlo, cambia; de ser ciegos pasamos a ver a aquel que creó los cielos y la tierra, a aquel que sopló su aliento sobre nosotros para darnos vida.

Es un gozo el poder ver a Jesús, creer en Él y adorarle (Jn 9:37-38) cuando podemos entender que Él es Dios y que dio su vida para que nosotros pudiéramos presentarnos delante del Padre como verdaderos adoradores que le adoran en Espíritu y en verdad.

Y es maravilloso poder ver a Jesús a nuestro lado, conocerlo y dejarnos amar por Él. Cuando entendemos en quien hemos creído y contemplamos su rostro y lo vemos muriendo en una cruz, por amor a nosotros, recibiendo golpes, latigazos, insultos, siendo blasfemado y burlado por amor a nosotros, solo podemos reconocer que ocupó nuestro lugar sin merecerlo, que eso que Él vivió te correspondía a ti y a mi…y en ese momento es cuando podemos agradecer que Él pagó el precio que a nosotros nos correspondía y que te aseguro por mucho que nos hubiéramos esforzado no podríamos pagar en su totalidad.

Solo cuando reconocemos que necesitamos ese regalo inmerecido es que podemos recibir el perdón por nuestros pecados, que podemos presentarnos delante del Padre como hijos suyos porque cuando creemos en Jesucristo, cuando reconocemos que murió en nuestro lugar, que pagó tu deuda y la mía, es que podemos ser verdaderamente libres del peso de la ley, del peso del pecado y de la culpa.

No hay libertad si Jesús no está en tu vida, no hay libertad si el Espíritu Santo no te ha sellado y habita en ti, si tu cuerpo no es templo del Espíritu Santo no hay libertad, la Palabra de Dios es muy clara al decir que donde está el Espíritu de Dios allí hay libertad. Es una libertad que nunca se acaba, que no se  pierde, es una libertad incondicional, no depende de si me la gano o no, depende de Dios, que ya me la dió y nadie ni nada, me la puede quitar. No es una libertad bajo fianza, y si vuelvo a pecar o a cometer algún error la pierdo, no, hermano, es una libertad que esta disponible para todo aquel que ve a Jesús, es un pago completo por tu pecado y tu culpa, tu no tienes que hacer nada, solo recibirlo y creer que Él pagó por ti, en tu lugar y te sacó del problema de la esclavitud, del castigo eterno, del juicio divino y te da libertad eterna, vida eterna juntamente con él y el privilegio de ser hecho un hijo de Dios…Ya eres parte de su familia cuando ves a Jesús.

 

@Mónica Carvajal Castro

Posted in: Devocionales

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