By August 27, 2021 0 Comments Read More →

¿Eres una madre ansiosa o preocupada?

Esta carta es para ti

Hace poco, en el ministerio para el que colaboro, me pidieron escribir una respuesta a un mensaje de una madre ansiosa y preocupada en su maternidad y por su hija. Quiero compartir contigo la respuesta, orando para que sea de bendición en tu vida.

Te confieso que el día que la escribí, estas mismas palabras hablaron a mi corazón y calmaron mi preocupación.

Querida hermana:

Cómo madre de una niña pequeña, entiendo perfectamente tus sentimientos y los pensamientos que los provocan.

Antes de empezar, quisiera que recordaras darle gracias a Dios por darte la oportunidad de ser madre y por el privilegio de poder amar a otra persona de una manera tan profunda.

Si hay algo que he visto en mi propia vida es que el amor por  nuestros hijos nos puede llevar a la ansiedad, y por lo tanto al pecado, ya que Dios en Su Palabra nos exhorta a no estar ansiosos por nada, y en su lugar a orar por todo.

He estado en tu lugar, sufriendo por una cantidad de “y si______” que gracias a Dios hasta el momento no han sucedido.

Me preocupa su salud, su alimentación, sus amistades, las influencias que recibe, no darle todo lo que necesita, no ser una madre completamente piadosa o un buen ejemplo para ella. Me preocupa que vea hipocresía en mi vida, que no haya coherencia entre lo que trato de enseñarle y lo que vivo.
Me preocupa que pueda morirse por un accidente, o una enfermedad, o que mi esposo o yo muramos antes de que ella pueda valerse por sí misma. Puedo añadir mil motivos más a la lista, te lo aseguro.

Sí, como puedes ver, me preocupo y peco porque a veces dejo que esos pensamientos aniden en mi mente y corazón. Sin embargo, hoy quiero compartir contigo mi antídoto contra la ansiedad y la preocupación, particularmente debido a alguna situación relacionada con mi hija.

Lo que intento recordar y quiero invitarte a recordar es:

1. El amor de Dios por  tu hija, supera en cantidad y calidad al tuyo. 

2. Dios tiene un propósito para la vida de tu hija y nada que no esté en Sus planes puede suceder, ni en su vida, ni en la tuya.

3. Dios es soberano y poderoso. Él controla y gobierna todo asunto del universo, y eso, mi querida hermana, incluye la vida de nuestros hijos.

4. Ninguna enfermedad o tragedia tiene la última palabra en nuestras vidas, esa potestad la tiene nuestro Dios soberano.

5. Nuestros hijos son un préstamo temporal de Dios, somos administradores de esas vidas y debemos cuidarlas y ayudarlas a crecer de manera piadosa para Su gloria.

6. No podemos darle vida a nuestros hijos, ni garantizar que van a tener una vida libre de sufrimiento, lo que sí podemos hacer, es compartirles las verdades del Evangelio y prepararlos para una vida piadosa en la que una perspectiva bíblica sea la base de su cosmovisión. De esta manera entenderán que el sufrimiento es real, y que es un instrumento en las manos de Dios para ayudarlos a confiar en Él y depender de Su gracia diariamente.

7. La oración es el medio de gracia por excelencia para descansar y dejar nuestra ansiedad y preocupación en las manos de Dios.

8. Allí donde no podemos estar con nuestros hijos, Dios Siempre está.

9. La salvación y la eternidad de nuestros hijos están en las manos de Dios. Debemos compartirles el Evangelio y asegurarnos de que entiendan la necesidad que tienen del Salvador.

10. Dios te da la gracia cada día para los retos y las necesidades de ese día. Su gracia es suficiente y la derrama sobre tu vida de acuerdo a tu necesidad.

La maternidad y las preocupaciones que llegan con ella, debemos vivirlas a la luz del Evangelio y de la gracia que Dios nos da. Separados de Él, la maternidad Cristo céntrica es una misión imposible.

Dios te bendiga y te guarde.

Ánimo. Estaremos orando por ti.

Querida lectora, si conoces a alguna mamita preocupada y ansiosa, comparte esta carta con ella, estoy segura de que te lo agradecerá.

Dios te bendiga, hasta pronto,

Mónica

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