Carta para una esposa que sufre
Hace un tiempo en el ministerio para el que colaboro me pidieron escribir una respuesta a una carta de una de nuestras lectoras.
Lo comparto contigo por si conoces a alguna mujer que esté teniendo problemas en su matrimonio o luchando con la culpabilidad.
Espero que sea de bendición.
Querida hermana:
Gracias por escribir y compartir tu historia con nosotras.
Lamentamos mucho la situación que estás viviendo y oramos para que Dios nos conceda sabiduría para guiarte y darte una respuesta que sea conforme a Su Palabra.
Tristemente debido al pecado con el que nacemos, y por el corazón engañoso que tenemos, hacemos cosas sin pensar en las consecuencias. Cada decisión que tomamos en la vida afecta no sólo nuestra propia vida, sino la de quienes nos rodean.
Nos enamoramos del hombre casado, ponemos nuestros ojos y nuestro corazón en la persona que le ha dado ese corazón a otra. Llegamos a la vida de una familia y sin darnos cuenta terminamos acabando con ella, y no pensamos en lo que nos podrá pasar a nosotras en el futuro. Las consecuencias del pecado son dolorosas y tristes.
Quisiera poder decirte que no estuvo mal lo que hiciste en el pasado, sin embargo, como tú misma lo dices, es algo que hiciste sin conocer a Cristo como el Señor y Salvador de tu vida. Cuando Jesucristo murió en la cruz hace más de 2000 años, murió para pagar TODO pecado, (desde el más insignificante, hasta el más grande que se te pueda ocurrir), de quienes creerán y confiarán en Él para salvación, (aunque ante Sus ojos todo pecado es igual de malo y merece el mismo castigo: la muerte (Ro 6:23)).
Cuando Jesús murió en la cruz, Él pagó por tu pecado, aun cuando no lo habías cometido. Dios te ha mostrado misericordia y gracia, al usar esta situación y el dolor experimentado durante todos estos años, para que pudieras conocerlo y disfrutar de Su perdón y de la salvación que solo Cristo ofrece.
La verdad es que, aunque disfrutas de esa paz con Dios por medio de Cristo, el enemigo de Dios, Satanás, va a procurar hacerte sentir culpable por las decisiones tomadas en el pasado, va a traer culpabilidad, vergüenza, depresión, ansiedad, remordimiento y muchos más sentimientos, para mantenerte alejada de la posibilidad de disfrutar de la libertad y el gozo pleno en Cristo. Así que, querida hermana, necesitas descansar en Dios, confiesa tu pecado, arrepiéntete de corazón por lo que hiciste, y cree que en Cristo hay libertad y perdón para ese pecado. No permitas que todas esas emociones o incluso tus propios pensamientos respecto a tu pasado, tomen el control de tu vida y te impidan ser la mujer que Dios quiere que seas.
Isaías 43:25 dice: «Yo, Yo soy el que borro tus transgresiones por amor a Mí mismo, y no recordaré tus pecados». De la misma manera que Dios, por medio del sacrificio perfecto de Cristo, ha decidido no traer a memoria tus pecados pasados, Él te llama a hacer lo mismo.
La invitación es a extender ese perdón a tu esposo por todos estos años de sufrimiento. Eso no significa que la relación va a ser mejor de la noche a la mañana, pero tu actitud cambiará, serás libre para poder pasar por alto las ofensas, y podrás descansar en la gracia de Dios cada día para vivir de una manera que le agrade.
Sin embargo, querida hermana, recuerda que, aunque has sido perdonada, algunas veces las consecuencias del pecado permanecen. Simplemente necesitas aprender a depender de la gracia de Dios para vivir con ellas y descansar en la certeza de que has sido perdonada y de que nada ni nadie te puede separar de Su amor.
Te invito a orar por un cambio en el corazón de tu marido, pero sobre todo en el tuyo. Que Dios te ayude a perdonarlo por sus celos, por su falta de apreciación por ti y por todas las veces que con sus palabras o acciones ha lastimado tu corazón.
Los cambios no ocurren de la noche a la mañana, no va a ser fácil, pero si te propones buscar la ayuda de Dios, descansar en Su gracia y ser intencional para aplicar Su Palabra día a día, orar por el corazón de tu marido y por el tuyo y buscar consejo sabio y bíblico, empezarás a ver las cosas desde la perspectiva eterna, y eso, mi querida hermana, te dará alivio de las tristezas y luchas de esta tierra.
Tu mencionas que él es creyente, pero su comportamiento no refleja el carácter ni la piedad de un hijo de Dios. Si se congregan en alguna iglesia pidan la ayuda del pastor, busquen consejería bíblica y hablen acerca de la situación que están viviendo.
Hace unos años, leí una frase que decía: «Creí apagado el amor, removí las cenizas y me quemé las manos».
Así que te invito a depender de la gracia de Dios cada día para vivir con tu esposo.
Respondiendo a tu pregunta de si haces mal en no amar a tu esposo, entiendo que la situación no es fácil, tienes emociones y tu corazón ha sido lastimado. Sin embargo, quiero recordarte que el amor es una decisión, lo mismo que el perdón. Hay un libro de Nancy Leigh deMoss «Escoja perdonar» te animo a leerlo, así como a escuchar algunos mensajes acerca de este tema.
Te dejaré al final de esta carta, algunos enlaces de mensajes y artículos que te ayudarán a tener una perspectiva bíblica del matrimonio y del perdón.
Recuerda, querida hermana que Dios todo lo usa para el bien de los que lo aman (Romanos 8:27-29) y que el propósito de nuestra vida es parecernos cada día más a Cristo.
Con respecto a cómo hacer para resistir y no quejarte por lo que te toca vivir, creo que todo se resume en una actitud que como hija de Dios debería ser una prioridad en tu vida: Contentamiento.
Querida hermana, tu gozo no puede depender de lo que un hombre haga o diga. Tu identidad está en Cristo. Mira a la eternidad, gózate con el futuro glorioso que te espera al otro lado, cuando todo el dolor y el sufrimiento que experimentas en este mundo caído, sea borrado y cada lágrima sea enjuagada de tus ojos (Ap 1:4).
Recuerda que el dolor y el sufrimiento que experimentas puede ser usado por Dios para que le busques y lleves todas tus cargas en oración a Él, y lo más importante, para transformarte y hacerte más semejante a Cristo.
Querida hermana, recuerda vivir cada día «Coram Deu» para la gloria de Dios. Pídele ayuda a Dios para amar al hombre que tienes en tu vida. Pídele que te ayude a perdonar, a pasar por alto las ofensas, a agradar a Dios con las decisiones conscientes que tomas cada día.
Querida hermana, recuerda vivir cada día «Coram Deu» para la gloria de Dios. Pídele ayuda a Dios para amar al hombre que tienes en tu vida. Pídele que te ayude a perdonar, a pasar por alto las ofensas, a agradar a Dios con las decisiones conscientes que tomas cada día.
@monicacarvajalconsejeria
Al creer en Cristo has sido hecha nueva criatura. El Espíritu Santo vive dentro de ti, producirá Su fruto de «amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, dominio propio…» (Gal 5:22-23), y te ayudará a mostrar esas cualidades de carácter de una hija de Dios.
Para terminar, te invito a leer, Colosenses 3:8-10, 12-17 «pero ahora desechen también todo esto: ira, enojo, malicia, insultos, lenguaje ofensivo de su boca. Dejen de mentirse los unos a los otros, puesto que han desechado al viejo hombre con sus malos hábitos, y se han vestido del nuevo hombre, el cual se va renovando hacia un verdadero conocimiento, conforme a la imagen de Aquel que lo creó.
…Entonces, ustedes como escogidos de Dios, santos y amados, revístanse de tierna compasión, bondad, humildad, mansedumbre y paciencia; soportándose unos a otros y perdonándose unos a otros, si alguien tiene queja contra otro. Como Cristo los perdonó, así también háganlo ustedes. Sobre todas estas cosas, vístanse de amor, que es el vínculo de la unidad.
Que la paz de Cristo reine en sus corazones, a la cual en verdad fueron llamados en un solo cuerpo; y sean agradecidos. Que la palabra de Cristo habite en abundancia en ustedes, con toda sabiduría enseñándose y amonestándose unos a otros con salmos, himnos y canciones espirituales, cantando a Dios con acción de gracias en sus corazones. Y todo lo que hagan, de palabra o, de hecho, háganlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias por medio de Él a Dios el Padre».
Orando por ti en el amor de Cristo,
Mónica Carvajal
Enlaces a recursos:
Libro Escoja perdonar por Nancy Leigh Demoss (Amazon)
https://www.avivanuestroscorazones.com/mujer-verdadera/blog/orando-la-biblia-por-mi-esposo/
https://www.avivanuestroscorazones.com/mujer-verdadera/blog/cuando-el-corazon-de-tu-esposo-es-duro2/
https://www.avivanuestroscorazones.com/mujer-verdadera/blog/casada-con-un-inconverso/
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