By May 12, 2022 Read More →

¿Dónde buscas ayuda cuando sufres?

¿Dónde buscas ayuda cuando sufres?
Lamentaciones 4 NBLA

«Aun nuestros ojos desfallecían, buscar ayuda fue inútil. En nuestro velar hemos aguardado a una nación incapaz de salvar»(Lam 4:17).

El título de este capítulo «sufrimiento a causa del sitio» es una descripción detallada del dolor largo y debilitante que estaban experimentando todos los ciudadanos de Jerusalén.

De alguna manera el sufrimiento hace desaparecer las diferencias entre ricos y pobres, ya que todos habían quedado reducidos a una condición de escasez tal, que es imposible diferenciar a aquel que caminaba entre púrpura y comía manjares (5), de aquel que mendigaba un trozo de pan a la puerta del templo. El sufrimiento al final de cuentas nos recuerda que todos somos iguales, que la riqueza, la educación y la opulencia no nos salva a la hora del juicio de Dios…lo único que nos salva es la gracia inmerecida que hemos recibido gracias a la obra de Cristo en la cruz.

El profeta reconoce que son más dichosos quienes mueren a espada que aquellos que mueren de hambre (9). El sufrimiento prolongado es más difícil de superar, la agonía se alarga y el dolor se intensifica, no sólo por el mal propio, sino por ver el dolor experimentado por quienes nos rodean.

Y nuevamente Jeremías reafirma su convicción de que este juicio es el resultado de la ira de Dios, debido al pecado de sus profetas y a la iniquidad de sus sacerdotes, que derramaron sangre inocente y se apoderaban de los más débiles y necesitados. Cuando las autoridades hacen lo malo el pueblo sufre, y eso es exactamente lo que sucedió.

Como el pasaje de hoy deja ver, en medio del sufrimiento Judá estaba poniendo su esperanza en una nación incapaz de salvar (17), la ayuda había sido negada. De repente Judá reconoce que ha quedado completamente sola. 

Creo que la lección es clara, las otras naciones, las otras personas no deben de ser el objeto de nuestra esperanza. Necesitamos acudir a Dios. Él es el único que puede salvarnos, liberarnos y restaurar nuestras vidas. Él es fiel.

Padre, gracias porque podemos correr a Ti, porque podemos saber que siempre está atento Tu oído para escucharnos y que te compadeces de nuestro dolor. Gracias porque Tus misericordias son nuevas cada mañana y grande es Tu fidelidad. Gracias porque no estarás en pleito para siempre, ni estarás siempre enojado, pues el espíritu desfallecería ante Ti, y el aliento de los que Tú has creado (Is 57:16) Te amamos y honramos en el nombre de Jesús.

Amén.

Mónica Carvajal

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