By February 2, 2019 0 Comments Read More →

El discernimiento espiritual: un sentido indispensable para el cristiano.

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Por: Mónica Carvajal

En este momento estoy pasando por un periodo de enfermedad muy intenso, similar al que tuve durante la pasada Navidad, cuando una gripa casi me hace cancelar la cena de Noche Buena en casa.

Recuerdo que en esos días no pude disfrutar el sabor de las comidas especiales, ni los deliciosos sabores y olores tradicionales de esa especial época del año.

Esta experiencia me ha hecho pensar en la importancia de cada uno de nuestros sentidos, y ha llenado mi corazón de gratitud a Dios por el privilegio de disfrutarlos.

Te preguntarás ¿qué tiene que ver esto con el discernimiento? Muy sencillo.

Como creyentes estamos llamadas a discernir la verdad del error. Cuando no sabemos cómo luce la verdad, nos estamos perdiendo de uno de los sentidos espirituales más importantes…el discernimiento.

Discernir quiere decir tener la habilidad de juzgar entre lo bueno y lo malo. Algunos de sus sinónimos son: juicio, discriminación, percepción, comprensión.

Esta palabra se refiere a una habilidad para discernir la verdad del error, lo verdadero de lo falso.

Cuando trabajaba en la banca, recuerdo que a los cajeros les enseñaban a diferenciar los billetes falsos de los buenos. Si ellos conocían las características de los billetes buenos, no se iban a dejar engañar por falsas imitaciones.

La misma Palabra de Dios nos ayuda a desarrollar este importante sentido. El escritor de hebreos, siendo inspirado por Dios dice “porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón (Hebreos 4:12).

Cuando estudiamos y meditamos en la Palabra de Dios, y oramos pidiendo Su sabiduría podemos descansar sabiendo que el Espíritu Santo nos llevará a toda la verdad (Juan 16:13). Es una promesa, es algo seguro, podemos confiar en que por medio de Su Palabra nuestro discernimiento espiritual será ejercitado y fortalecido.

Mientras más lo desarrollemos, menos esfuerzo y tiempo nos costará discernir algo falso de algo genuino, el error de la verdad.

Cuando Salomón era rey de Israel, una noche Dios se le apareció en sueños y le dijo que le pidiera lo que quisiera. Sin dudarlo ni un momento, su respuesta fue “da, pues, a tu siervo corazón entendido para juzgar a tu pueblo, y para discernir entre lo bueno y lo malo; porque ¿quién podrá gobernar este tu pueblo tan grande? (1 reyes 3:9).

Todos conocemos la sabiduría que Dios le dio a este hombre, y que no ha habido alguien como él en toda la tierra.

Creo que esa debería ser nuestra oración diaria: Señor, dame entendimiento, dame sabiduría, para discernir lo verdadero de lo falso, para tener tan grabada tu Palabra en mi corazón y en mi mente, que pueda pensar como tú y juzgar de acuerdo con tu Palabra cuando algo es falso o no es bíblico. Amén.

El escritor de hebreos advirtiendo acerca de la apostasía escribió “Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche, y no de alimento sólido.  Y todo aquel que participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia, porque es niño; pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal (Hebreos 5:12-14)”.

Es triste ver que hay personas que aman a Dios, que pueden llevar años en la iglesia pero que tienen una falta de discernimiento inmensa. El problema es que toda su vida se han alimentado de leche, nunca han probado el alimento sólido de la Palabra, por lo tanto, no están ejercitados para discernir.

Son personas que pueden leer la Biblia, ir a las conferencias de los más reconocidos “predicadores” del momento, asistir a la iglesia de moda y saberse todas las alabanzas, y, aun así, no saber discernir si lo que escuchan y cantan se fundamenta en la sabiduría de la Palabra de Dios.

Muchas iglesias que alimentan a sus miembros con leche, pueden atraerlos con música alegre y llamativa, pero no bíblica; con buenos comunicadores, motivadores, pero no pastores o líderes bíblicos.

Así que querida lectora, recuerda que el discernimiento es algo que se espera de todo creyente, “para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error (Efesios 4:14-15)”.

Según la Real Academia de la Lengua, astuto es alguien “hábil para engañar o evitar el engaño o para lograr artificiosamente cualquier fin”.

Mi invitación es a que como creyentes seamos astutas, en el buen sentido de la palabra, es decir que evitemos ser engañadas por falsos maestros, por personas que dicen hablar en nombre de Dios pero que con sus hechos y sus palabras lo niegan.

Estamos entrando en el segundo mes del 2019, todavía hay tiempo para leer la Biblia con detenimiento, para estudiarla, para leer un buen libro de teología que explique doctrinas importantes de nuestra fe, para buscar una iglesia bíblica en tu ciudad y para buscar recursos en internet que te puedan ayudar a desarrollar el importante sentido del discernimiento.

No te conformes con lo que sabes, la riqueza del Evangelio, la profundidad de conocimiento y discernimiento que se adquiere al estudiar la Palabra de Dios pueden llevarte a un entendimiento más profundo y a una relación más estrecha con Dios.

Te dejo algunos links donde podrás degustar las bendiciones del discernimiento para “que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo.” Efesios 4:15

Teología sistemática Wayne Grudem

Teología sistemática: John MacArthur

https://www.gracia.org/

Hasta pronto,

Mónica

 

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