Filipenses

El apóstol Pablo escribió desde la prisión a la iglesia de Filipos.

Aquí vemos su corazón pastoral, su oración de gratitud a Dios por la iglesia y por el apoyo que él había recibido de ellos desde el primer día. Pablo les recuerda que Dios terminará la obra que había empezado en ellos y ora pidiendo que su amor y su conocimiento de Dios sea más abundante.

Pablo les anima a seguir confiando en que en medio de sus prisiones el Señor continua obrando para expandir el mensaje del evangelio. Los invita a seguir luchando unánimes por la fe y a no dejarse intimidar por sus adversarios.

Pablo habla de la humillación y exaltación de Cristo y anima a la iglesia a imitarle, a buscar los intereses de los demás y a vivir una vida de obediencia.

En esta carta vemos a Timoteo como una persona fiel, que amaba a la iglesia y que se sacrificó por amor a Pablo y a la iglesia de Cristo.

Filipenses nos habla del gozo y de regocijarnos en el Señor, de cuidarnos de las falsas enseñanzas, de no confiar en la carne sino más bien de considerar todas las cosas como perdida por amor de Cristo. Pablo nos recuerda que conocer a Cristo es lo más valioso y que nuestra justicia descansa en Cristo, en Su muerte y resurrección. Y termina recordándonos dónde se encuentra nuestra ciudadanía….en los cielos.

Oro para sea de bendición para ti

Sirviendo para Su gloria

Mónica Carvajal