Háblale a Dios

“Entonces Jonás oró al Señor su Dios desde el vientre del pez, y dijo: «En mi angustia clamé al Señor, Y Él me respondió. Desde el seno del Seol pedí auxilio, y tú escuchaste mi voz” (Jonás 2:1-3).

Jonás se había rebelado contra Dios. Como consecuencia, se encuentra en medio de una tormenta que amenaza su propia vida y la de los marineros que lo llevaban en la dirección contraria a la que debería de ir. Luego, se encuentra en las profundidades del mar en el estómago de un gran pez enviado por Dios.  

¿Y qué hace allí? Ora. Clama por la misericordia y la ayuda de Dios. 

Dios escucha nuestras oraciones. No importa si estamos en la cima de la montaña del éxito, o trabajando en las profundidades de la tierra para conseguir un trozo de pan para nuestra familia.

No importa si estamos volando en medio de una tormenta en un avión, o si estamos buceando bajo el azul de un mar en calma.

En todo momento Dios escucha al corazón afligido y en angustia, aun el de este profeta desobediente que había intentado huir de su presencia. 

Podemos clamar a él en medio de nuestra necesidad. Sus oídos están atentos para escuchar la oración de sus hijos.

Querida hermana, recuerda que la oración es uno de los medios de gracia más maravilloso que tenemos. La seguridad de saber que Dios escucha nuestras súplicas, nuestra gratitud, nuestra alabanza cuando oramos, y nos responde, no tiene precio.

Cuando estés angustiada…ora

Cuando no sepas qué hacer o a dónde ir…ora

Cuando te falten las fuerzas…ora

Cuando la tentación llegue a tu vida…ora

Cuando no sepas qué decir…ora

Cuando quieras tirar la toalla…ora

Cuando el pecado se apodere de ti…ora

Cuando te sientas sola y sin esperanza…ora

Siempre ora.

Tu ayudador está a una oración de distancia. El Dios que te ha creado y te conoce debería ser la primera persona a la que acudas por ayuda. No dejes la oración como el último recurso para tu necesidad. Tu Salvador está con su oído atento para escucharte, en medio del dolor y de la pérdida, de la alegría y la celebración.

Acude a él siempre, cuéntale tus cosas, háblale a Dios. Aprovecha este canal de comunicación que está disponible las 24 horas del día. @monicacarvajalconsejeria