By May 22, 2022 Read More →

¿Vives con la mentalidad YOLO o con la mentalidad YEM?

La mentalidad YOLO ignora la eternidad

«Un día, cuando Jacob había preparado un potaje, Esaú vino agotado del campo. Entonces Esaú dijo a Jacob: “Te ruego que me des a comer un poco de ese guisado rojo, pues estoy agotado”. Por eso lo llamaron Edom.“Véndeme primerotu primogenitura”, le contestó Jacob.  “Mira, yo estoy a punto de morir”, le dijo Esaú; “¿de qué me sirve, pues, la primogenitura?”. “Júramelo primero”, replicó Jacob. Esaú se lo juró, y vendió su primogenitura a Jacob» (Gn 25:29-33).

Has escuchado alguna vez la expresión «¿Quiero hacer esto porque YOLO?». Seguramente sí.

Pero puedo asegurarte de que no has escuchado las expresiones «No quiero hacer esto porque YEM…» o «Quiero hacer esto porque YEM».

Y tal vez ahora mismo te estarás preguntando qué quiero decir con estos términos, así que para empezar me gustaría compartir contigo lo que estos acrónimos significan.

“YOLO»­ es el acrónimo de «You Only Live Once» (solo vives una vez). Según Cambridge, «se usa, especialmente en las redes sociales, para indicar que debes hacer cosas que disfrutas o te emocionan, incluso si son tontas o un poco peligrosas».[1]

El término “YEM” lo he creado para contrastar a la mentalidad (YOLO) con el tipo de pensamiento y enfoque que deberíamos de tener según la Biblia.

«YEM»[2] es el acrónimo de “Your Eternity Matters” (tu eternidad importa).

Esaú es el ejemplo perfecto de una persona que se dejó llevar por la emoción o la necesidad del momento. No pensó más allá de lo que tenía ante sus ojos y de lo que quería hacer. Quería comida y la quería a cualquier costo, incluso si eso significaba vender lo más valioso que todo hijo pudiera tener en su época: la primogenitura. El derecho de todo hijo primogénito consistía en tener una porción doble de la herencia (Dt 21:17) y el derecho a ser el jefe y el sacerdote de la familia (Ex 4:22)[3].

Imagínate, Esaú tuvo en poca estima ese privilegio y lo cambió por comida que le alimentaría unas cuantas horas. Toda su vida lamentaría esa decisión tomada en un momento de cansancio y hambre.

¡Qué necedad! ¿verdad? Tal vez al leer su historia, pensamos que nosotros no seríamos capaces de hacer algo así, sin embargo, cuando vivimos pensando en el aquí y el ahora, en la gratificación instantánea o en satisfacer nuestras necesidades temporales, más de lo que pensamos en la gloria de Dios y en vivir vidas piadosas, eso es exactamente lo que hacemos.

La mayoría de las personas que tienen una mentalidad YOLO viven sin consciencia de una palabra absolutamente importante que contiene una realidad albergada en nuestro propio corazón: la eternidad.

Si solamente se vive una vez, y esta vida con sus alegrías y pesares es todo lo que existe, vivir con la mentalidad YOLO tiene mucho sentido. «¿Para qué desperdiciar la vida y todas las emociones y experiencias que se nos presentan, si total, cuando nuestros corazones dejen de latir, ya todo habrá acabado y por lo menos nos llevaremos una vida bien vivida de esta tierra?», dicen ellos.

Esta mentalidad lleva a las personas a vivir sin temor a Dios, sin temor a lo que pasará mañana, sin temor a tomar decisiones cotidianas o decisiones que pueden afectar su eternidad.

Si esta vida es todo lo que hay, Jesucristo mintió al decir que en Él tenemos vida eterna. Pero ¿Es eso posible? ¿Quien declaró ser la Vida y la Verdad, puede mentir? Y la respuesta es un rotundo NO.

Si esta vida es todo lo que hay, Jesucristo mintió al decir que en Él tenemos vida eterna. Pero ¿es eso posible? ¿Quien declaró ser la Vida y la Verdad, puede mentir? Y la respuesta es un rotundo NO.

@monicacarvajalconsejeria

¿Cómo podemos saberlo con tanta seguridad? Voy a dejar que la misma Palabra de Dios responda a esa pregunta.

Jesús es Dios:  

«Yo y el Padre somos uno» (Jn 10:30).

«Jesús les dijo: “En verdad les digo, que antes que Abraham naciera, Yo soy”» (Jn 8:58).

«…el cual (Jesús), aunque existía en forma de Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse» (Fil 2:6).

«…aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación de la gloria de nuestro gran Dios y Salvador Cristo Jesús» (Tit 2:13).

Dios no miente, Jesús tampoco:

«…a fin de que, por dos cosas inmutables, en las cuales es imposible que Dios mienta, los que hemos buscado refugio seamos grandemente animados para asirnos de la esperanza puesta delante de nosotros» (He 6:18).

«Dios no es hombre, para que mienta, ni hijo de hombre, para que se arrepienta. ¿Lo ha dicho Él, y no lo hará? ¿Ha hablado, y no lo cumplirá?» (Nm 23:19).

«Jesús le dijo*: “Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre sino por Mí”» (Jn 14:6).

Jesús promete vida eterna:

«…Yo les doy vida eterna y jamás perecerán, y nadie las arrebatará de Mi mano. Mi Padre que me las dio es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano del Padre. Yo y el Padre somos uno» (Jn 10:28-30).

«Entren por la puerta estrecha, porque ancha es la puerta y amplia es la senda que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella. Pero estrecha es la puerta y angosta la senda que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan» (Mt 7:13-14).

«El que ha hallado su vida, la perderá; y el que ha perdido su vida por Mi causa, la hallará (Mt 10:39)».

«Porque la paga del pecado es muerte, pero la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro»(Ro 6:23).

 «…para que, así como el pecado reinó en la muerte, así también la gracia reine por medio de la justicia para vida eterna, mediante Jesucristo nuestro Señor» (Rom 5:21).

 «Y el testimonio es este: que Dios nos ha dado vida eterna, y esta vida está en Su Hijo» (1 Jn 5:11).

La Palabra nos exhorta a vivir para la eternidad:

«El mundo pasa, y también sus pasiones, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre» (1 Jn 2:17).

«…al no poner nuestra vista en las cosas que se ven, sino en las que no se ven. Porque las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas» (2 Co 4:18).

«Porque el que siembra para su propia carne, de la carne segará corrupción, pero el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna» (Ga 6:8).

Conclusión

Durante Su ministerio, el Señor Jesús afirmó acerca de sí mismo: «“Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre sino por Mí”» (Jn 14:6). En estas tres palabras encontramos la razón por la cual debemos tener la mentalidad YEM (Tu eternidad importa) en nuestras vidas.

Solo disfrutaremos de una eternidad en la presencia de Dios y gozaremos de una eternidad en paz y una vida eterna, si conocemos el Camino (Jesucristo), nos guiamos por la Verdad (Jesucristo) y recibimos la Vida eterna que está sólo en Jesucristo.

Vivimos sabiamente cuando dejamos que nuestras decisiones, palabras y acciones estén moldeadas por la Palabra de Dios, dirigidas en sabiduría y con la mente puesta en la eternidad.

Y tú ¿Vives con la mentalidad YOLO O YEM?

Te invito a empezar a vivir desde hoy con la mentalidad (YEM) porque TU ETERNIDAD IMPORTA.

Dios te bendiga

Mónica Carvajal


[1] https://dictionary.cambridge.org/us/dictionary/english/yolo Accedido 9/1/2022

[2] YEM: Your Eternity Matters. Término creado por Mónica Carvajal@.

[3] MacArthur, John, (2012). Biblia de estudio, editorial Vida.

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