By April 19, 2017 0 Comments Read More →

¿Para qué fuimos creados?

faith-in-god-man-kneeling-at-cross-during-sunset¿Para qué fuimos creados?

¿Cuál es el propósito de nuestra vida?

¿Para qué estamos acá en la tierra?

A través de todas las edades de la humanidad el hombre se ha hecho estas preguntas. Siempre ha habido un interes por tratar de explicar el propósito de la vida y el por qué estamos aquí.

La Biblia tiene mucho que enseñarnos al respecto. La Palabra de Dios en Efesios 1:6,12, 14 nos dice que fuimos creados para “la alabanza de la Gloria de Dios” fuimos creados para Dios, para alabarle y darle honor y Gloria.

No fuimos creados para tener una vida de placer y comodidad en la tierra, o para tener la version más reciente de Ipad o el carro último modelo, tampoco para vivir en el mejor apartamento o estar a la moda y viajar y conocer el mundo, o para tener el trabajo de más reconocimiento o tener los ingresos más altos que podamos imaginar.

No. Fuimos creados para Dios, para la alabanza de su nombre y de su gloria.

Entonces,  podemos preguntarnos, ¿cuándo nos desviamos de ese propósito? ¿En algún momento alguien en esta tierra ha vivido realmente para la alabanza de la Gloria de Dios? ¿Cómo podemos vivir para la alabanza de la Gloria de Dios? ¿Qué es alabar?

En Su Palabra Dios nos dice lo que esto significa y nos muestra en qué momento el hombre perdió de vista el propósito por el cual está en la tierra.

Para poder entender cómo, cuándo y dónde el propósito de nuestra existencia se desvió, debemos remontarnos al primer hombre y la primera mujer que caminaron en esta tierra, así que te invito en esta hora a que saques tu Biblia y la abras en el libro de Génesis.

En los capítulos 2 y 3 tenemos la explicación más concreta de por qué el hombre se está preguntando en nuestros días y durante toda la existencia del mundo, ¿Por qué y para qué estoy aquí en la tierra?

Leamos Genesis 2:7-9, 15-17

 Y ahora veamos lo que dice Génesis 3:1-24

En el capítulo 2 vemos que Adán y Eva están disfrutando de las bendiciones del huerto del Edén, están seguramente dándole gracias a Dios por su provisión, por los alimentos y el clima, la naturaleza y todas las cosas que los rodeaban. Seguramente le daban gracias a Dios cada día por la comida, podrían decir algo como: Señor gracias por las papas y las zanahorias, por la lechuga y el tomate, por el mango y la piña que tenemos en nuestra despensa hoy. Gracias por tu provisión.

La relación hasta ese momento era perfecta entre el Dios Creador del universo y sus criaturas. Dios hablaba con Adán y Eva y ellos hablaban con Dios. De repente algo cambió. La mujer dejo de escuchar la voz de Dios y empezó a escuchar la voz del enemigo, que había tomado la forma de una serpiente. No solo escuchó su voz, pero también le obedeció, siguió su “consejo”, le hizo caso.

Así, de caminar y hablar con Dios en un ambiente de confianza, la consecuencia de la advertencia de Dios había llegado debido a la desobediencia del hombre.

¿Cuál advertencia? Dios le había dado una orden y una advertencia a Adán, le había dicho (2:17) más del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.

La advertencia tenía una connotación negativa, si comes de este árbol morirás. Dios como es justo y no puede mentir (Tito 1:2), cumple sus promesas.

¿Cuál fue la reacción de Adán y Eva? ¿Qué había cambiado?

Gen 3:7-12 Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales. Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto. Mas Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú? 10 Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí. 11 Y Dios le dijo: ¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol de que yo te mandé no comieses? 12 Y el hombre respondió: La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí.

Adán y Eva ahora conocían que estaban desnudos y tuvieron miedo y se escondieron de Dios. Dios en su sabiduría le pregunta a Adán, ¿dónde estás? ¿Porque antes te veía y ahora no? ¿Dónde te has metido? Dios le está dando una oportunidad a Adán de arrepentirse, de confesar su transgresión, de admitir que había desobedecido la orden de Dios de no comer del árbol del conocimiento de la ciencia del bien y del mal.

Pero la respuesta de Adán es: “escuché tu voz y tuve miedo”. El pecado había dado origen a uno de los sentimientos que más nos paralizan y nos derrotan. El miedo.

Y para ocultar su desnudez, su vergüenza, la consecuencia visible de su desobediencia de corazón, Adán y Eva cocieron hojas de higuera y se hicieron delantales (v.7)

Querían ocultar su transgresión, querían taparla, y creyeron que podrían hacerlo a su manera, que evidentemente no estaba ni cerca de los parámetros de Dios. Ellos crearon su propia manera de cubrir su pecado, pensaron que al hacerlo así todo quedaría igual que antes, y que Dios al ver que estaban intentando ocultar su condición los perdonaría y les daría una nueva oportunidad para obedecer.

Pero ya era tarde, la consecuencia del pecado ya era visible, la muerte espiritual, la relación del hombre con Dios ya había cambiado, ya no podían acercarse a él como antes, ya tenían que estar cubiertos. Lo que antes no era pecado, la desnudez, ahora se había convertido en un símbolo de su desobediencia.

Dios en su misericordia les habla y les explica las consecuencias de su desobediencia, les dice que de ahora en adelante van a sudar para comer, les va a costar trabajo lo que antes hacían y les causaba placer, trabajar la tierra ya no sería tan fácil, les produciría espinos y cardos y tendrían que sufrir para poder comer. Ahora los hijos nacerían con dolor y la relación entre el hombre y su mujer sufriría las consecuencias.

Como si todo eso fuera poco, Dios les dice, esas hojas no los pueden cubrir delante de mí, no es a su manera que pueden cubrir las consecuencias de su pecado, yo pongo las reglas, así que Dios sacrifica al primer animal para cubrir la desnudez y la consecuencia del pecado. La primera muerte toma lugar en el huerto del Edén, (v.21) “Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió.” Dios cubre su pecado, derrama la sangre de un animal inocente y con sus pieles cubre la desnudez de Adán y Eva.

No era el intento religioso de Adán y Eva, no eran sus ideas de cómo poder agradar a Dios, era Dios mismo el que había hablado y había estipulado que la desobediencia  traería consigo la muerte. En Romanos 6:23 pablo dice: Porque la paga del pecado es muerte, más la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.

Y el escritor de Hebreos dice en Hebreos 9:22 “sin derramamiento de sangre no se hace remisión de pecados”. No hay perdón de pecados.

No hubo una muerte física para Adán y Eva en ese momento, sin embargo, hubo una muerte espiritual. Llegó una maldición a la vida de Adán y Eva y a través de ellos a todos nosotros. Una nueva realidad: La Muerte.

¿Puedes ver la conexión? Dios había creado a Adán y a Eva para la alabanza de la Gloria de su nombre. Les había dado un lugar maravilloso donde vivir y tener comunión constante con él. Les había bendecido con vida y con todas las cosas necesarias para su sustento. Pero Adán y Eva por su desobediencia prefirieron escuchar la voz del enemigo y perder todos los beneficios y bendiciones de Dios.

Dios les había creado para que vivieran en ese ambiente sano y agradable, hasta ese momento no había muerte, podrían haber vivido felices eternamente como los cuentos de niños (y se casaron y vivieron felices para siempre”, pero tú y yo somos lo suficientemente mayores como para saber que la vida humana no es un cuento, que no siempre la felicidad está presente en nuestras vidas, ni la paz y la cordialidad en nuestras relaciones, que la salud se va deteriorando poco a poco, que hay enfermedades, guerras, pleitos, malos entendidos, que la vida no es fácil y que hay una realidad que todos en algún momento enfrentaremos: La muerte.

Dios en su misericordia los saca del jardín, no los puede dejar allí porque ahora sabían que hay un árbol que es el árbol de la vida  (v.22) Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre.

Dios no los está castigando al sacarlos de ese paraíso, los está protegiendo de tener que vivir eternamente y para siempre con las consecuencias del pecado, les está dando la oportunidad de poder tener una vida más corta sobre la tierra y les está dando una promesa de un Salvador que restauraría el camino a Él (Génesis 3:15) conocido como el protoevangelio dice: Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.

Sin embargo el hombre ama esta vida, nos aferramos a ella y no queremos dejarla, a pesar de las dificultades, de los problemas, las enfermedades, como dice la canción de Jorge Celdeón: sé que el tiempo lleva prisa pa borrarme de la lista pero yo le digo que…. haaaaaay que bonita es esta vida aunque a veces duela tanto que apesar de lo pesares siempre hay alguien que nos quiere siempre hay alguien que nos cuida…hay hay hay haaaaaay que bonita es esta vida y aunque no sea para siempre si la vivo con mi gente es bonita hasta la muerte…

Queremos vivir y disfrutar y comer y beber y casarnos y amar y viajar y hacer 10000 cosas mientras vivimos, y no nos damos cuenta que cuando dejamos de lado a Dios estamos desperdiciando la vida. Estamos desaprovechando el propósito por el cual estamos aquí, estamos fracasando al no darle a nuestro Dios “la alabanza de la Gloria de Su nombre”.

Puede que estés pensando en este momento en tu vida religiosa, puede que digas que asistes a la iglesia todos los domingos, o incluso los miércoles, o que asistes a un grupo de oración una vez a la semana. O puede que por el contrario nunca vayas a la iglesia, que digas que no te interesa lo que la Biblia tiene que decirte, puede que hayas rechazado la invitación de Jesucristo de creer en Él, y aceptar Su pago por tu pecado y Su oferta de vida eterna, puede que creas que no necesitas a Dios.

Dios no te está llamando a tener una religión, te está llamando a tener una relación personal con Él, a estar en paz con Dios Padre por medio del único mediador: Jesucristo, 1 Timoteo 2:5-6 “Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, el cual se dio a sí mismo en rescate por todos…”

Jesucristo vino a esta tierra como el sacrificio perfecto, porque solamente alguien perfecto, sin pecado, podía pagar en nuestro lugar. Leamos Romanos 5:12 Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron….17-19 “Pues si por la transgresión de uno solo reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia.  Así que, como por la transgresión de uno vino la condenación a todos los hombres, de la misma manera por la justicia de uno vino a todos los hombres la justificación de vida. Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos”.

Así que hay una invitación para todos nosotros en el calvario. La invitación a acercarnos a la cruz de Cristo, a confesar nuestro pecado, a pedir que nos cubra con su sangre y que nos dé una nueva vida. La invitación a arrepentirnos y a buscar la reconciliación. La invitación a renunciar a nuestra vieja vida y a nuestra idea de cómo cubrir nuestro pecado. La invitación a derramar nuestro corazón delante de Dios. La invitación para aceptar la oferta que Jesucristo nos hace en Mateo 11:28-30. “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. 29 Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; 30 porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.”

Y finalmente, respondiendo la pregunta que hice al comienzo, ¿en algún momento alguien en esta tierra a vivido realmente para la alabanza de la Gloria de Dios?, la respuesta es sí. Su nombre es Jesucristo, (Filipenses 2:6-11)  “el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse,  sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, 10 para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; 11 y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre”.

Jesucristo vino a este mundo para que nosotros podamos cumplir el propósito por el cual estamos en esta tierra, alabar a Dios y darle Gloria a Su nombre. Solo cuando aceptamos a Jesucristo como Señor y Salvador podremos vivir una vida con sentido y propósito.

Dios te bendiga

Mónica Carvajal

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