Reseña del libro: Cuando Dios llora: Por qué nuestros sufrimientos le importan al Todopoderoso

Por Monica Carvajal

“Cuando Dios llora” es un libro que desafía nuestra comprensión y prueba nuestra interpretación de un amigo poco deseado que visita la vida de todos nosotros en algún momento, aunque de diferentes maneras… el sufrimiento. Este es un libro para ser leído en oración y con un corazón abierto para que Dios pueda hacer Su trabajo en nuestras vidas durante los momentos difíciles. Joni Eareckson Tada y Steve Estes nos ayudan a conocer al Dios que puede dar sentido a nuestro sufrimiento, porque Él es el Dios que lo permite. Él es el Dios que ha “llamado a todos los cristianos a sufrir”, y el Dios que tiene un plan que es más grande y más sabio para nosotros… el plan de rescatarnos de nuestros pecados (p.69) y transformarnos para ser más como Su Hijo Jesucristo (2 Corintios 4: 7-8) (p.142).

El propósito de este libro es ayudarnos a conocer al Dios que llora a causa del sufrimiento humano, de cómo Él mismo penetra en nuestra angustia, y del amor que lo lleva a permitir que suframos (p.15). El libro nos muestra que la manera de lidiar con el sufrimiento no es “tratando desesperadamente de quitarlo (p.24)”, sino confiando en Dios en medio del mismo. Este libro también responde a los “¿por qué?” que todos nos preguntamos en los momentos de dolor; No nos da la respuesta desde una perspectiva humana, sino de una manera mucho más profunda, nos ayuda a ponernos los lentes espirituales para ver el propósito del sufrimiento a través de los ojos de Dios y Su Palabra. Cristo nuestra esperanza de gloria es la respuesta a esos “¿por qué?” (p.209). La teología presente en el libro es clara y fácil de entender, y nos lleva a apreciar su importancia y su practicidad. Nos recuerda nuestra necesidad de profundizar nuestra relación con – y nuestro conocimiento de – la única persona que puede darle sentido a nuestro sufrimiento y ayudarnos a lidiar con él de la mejor manera… con esperanza.

El libro explora el carácter de un Dios Trino. Describe sus atributos como soberano, misericordioso, bondadoso, compasivo y amoroso, de una manera que nos ayuda a entender que el Padre y el Hijo están involucrados y se preocupan por nuestra situación (p .47). Por otra parte, el libro afirma que “para Dios era más importante sacar a la luz el pecado que aliviar el sufrimiento humano” (p.102), y por lo tanto, Dios permite la tristeza y el sufrimiento -aunque no le gustan- porque el resultado es mejor y más grande de lo que podemos imaginar. Los autores nos recuerdan que Dios quiere usar a la iglesia y a cada creyente para aliviar el sufrimiento a través del servicio sacrificial, ya que el sufrimiento une a la iglesia. “Dios anhela quitar el dolor a través de aquellos que son su cuerpo, sus manos y sus pies sobre la tierra” (p.137).

“El sufrimiento es tener lo que no deseamos y desear lo que no tenemos” (p.216), dice Joni, mientras nos ayuda a entender cómo nuestro sufrimiento tiene significado. Dios puede usarlo para que podamos ser un ejemplo en la manera en que lo tratamos (pág. 99); Dios puede usarlo para el bien de aquellos que están cerca de nosotros, o para Su propia gloria (p.122, 128).

Como un Dios soberano, nuestro Señor tiene planes para nosotros que incluyen pruebas y dolor diseñados específicamente para cada uno de nosotros. Finalmente veremos los resultados, y de buen agrado admitiremos que todo fue para nuestro bien, y para Su gloria (Romanos 8:28). El propósito de nuestro sufrimiento es el de rescatarnos de nuestro pecado, ayudarnos a acercarnos a Dios, a tener comunión con Él y a confiar en Él. Durante todo el proceso, Él está trabajando en nuestro carácter para hacernos más como Cristo.

La cuestión es que Cristo sufrió. En la cruz Él pagó el castigo por nuestro pecado, y todos tenemos el llamado de Dios para participar en Sus sufrimientos (Filipenses 3:10; 1 Pedro 4: 12-13) (p.168). A través de nuestro sufrimiento Dios nos invita a fijar nuestros ojos en Cristo, a permitir que Él este en el centro de nuestro sufrimiento, a tener intimidad con Él y a aprender del contentamiento de Pablo (p.223) que sólo puede encontrarse en Jesús.

Los autores nos invitan a tener una perspectiva del futuro mientras estamos en nuestro sufrimiento, ya que esta nos ayudará a ver el resultado y el gozo que experimentaremos por toda la eternidad (p.251).

El uso de versículos bíblicos relacionados con el sufrimiento, y la manera en la que los autores nos invitan a usar los salmos para expresar nuestras preocupaciones, inquietudes y frustraciones ante el Señor, es extraordinaria. Aunque algunas personas pueden pensar que es demasiado irreverente, los escritores hicieron un gran trabajo al mostrarnos porque Dios quería que los salmos estuvieran en la Biblia para servirnos de ejemplo.

Al final del libro, el panorama general del sufrimiento se evidencia, con la conclusión, de que Dios permite el sufrimiento en esta tierra para ayudarnos a recordar el infierno literal “del cual hemos sido salvos (p.247)”. Los apéndices al final son un gran recurso para aquellos que sufren, así como para aquellos que pueden lidiar con una persona que sufre en cualquier momento de la vida.

En resumen, Dios odia el sufrimiento; pero Él permite que este logre en nosotros la salvación, el odio al pecado, una esperanza real, una relación con Él y el principal objetivo… fomentar nuestra semejanza a Cristo.

Cualquiera puede disfrutar de tener este libro como un recurso para usar cuando los inesperados e “indeseados” amigos del sufrimiento y la tristeza llamen a la puerta.

Bendiciones,

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