By May 8, 2020 0 Comments Read More →

Teología Sistemática: Poniendo las piezas en su lugar

 

debby-hudson-tDaeJbTRwxQ-unsplashPhoto by Debby Hudson on Unsplash

Por: Mónica Carvajal

 

Cuando mi hija tenía dos años, empezó a armar rompecabezas. Le encantaba ver cómo poco a poco sus personajes favoritos de Minnie Mouse o los animales de la granja iban apareciendo a medida que ella colocaba cada ficha en su lugar.

Aun hoy, algunos años más tarde, disfrutamos como familia armar rompecabezas. Durante la cuarentena que estamos enfrentando por el Covid-19 estamos haciendo algunos cada día.

Como creyentes estamos llamados a guiar a nuestros hijos, a ayudarlos a pensar y a ver el mundo como es, es decir, no a través de los ojos de alguien que se encuentra ciego debido al pecado, sino a través de la Biblia, la Palabra de Dios, que alumbra nuestro entendimiento y nos ayuda a poner cada pieza en su lugar.

La época actual, la sociedad en la que vivimos y los avances tecnológicos, hacen que cada día haya más confusión con respecto a aspectos fundamentales tales como: El rol del hombre y la mujer, la identidad de género, la religión, la fe, el papel de la familia en la sociedad, el lugar del hombre en la historia y futuro de la humanidad, el papel del gobierno y de la educación, entre otros.

Debido a esto es importante que sostengamos un sistema de creencias sólido que nos ayude a dar forma a una visión verdadera, clara y bien definida de la vida y del mundo en el que vivimos.

El doctor R.C. Sproul hablando acerca de la verdad, escribió “la verdad en última instancia es la verdad de Dios, y Dios es el fundamento y la fuente de todas las otras verdades. Todo lo que aprendemos—economía, filosofía, biología, matemáticas—, tiene que ser entendido a la luz de la realidad gobernante del carácter de Dios (Todos somos teólogos. p.13-14)”.

Nuestras creencias con respecto a Dios, la Biblia, el mundo, el hombre, la familia, la educación, el gobierno, etc., encajan dentro de las piezas del rompecabezas que necesitamos armar.

Cada pieza de este rompecabezas ocupa un lugar específico, y desde luego, es importante tener la imagen que queremos formar para que se nos facilite el proceso. Esa imagen normalmente la provee el diseñador, el que lo creo y le dio origen. En el rompecabezas de la vida, Dios actúa como el diseñador y por lo tanto es importante escudriñar lo que Él enseña respecto a todos estos temas.

De la misma manera en la que nosotros ayudamos a nuestros hijos a poner las fichas correctas en el rompecabezas adecuado y a no mezclar las fichas de uno con otro, debemos darles un sistema de creencias que corresponda con la visión bíblica que queremos formar en ellos. El sincretismo no es una buena guía para formar un sistema sólido de creencias.

La técnica que usamos en casa al armar un rompecabezas es empezar por los bordes. De esta manera nos será más fácil poner cada ficha en su lugar. La teología sistemática es el marco de referencia que nos permite darle forma a nuestras creencias. Por ello es importante que como madres estudiemos y conozcamos la teología sistemática, ya que así podremos tener claridad acerca de lo que la Palabra de Dios enseña y de esta manera tendremos la habilidad de discernir errores doctrinales y falsas creencias. Una correcta teología sistemática nos da la guía para poder formar la imagen del rompecabezas de la vida que Dios ha revelado en Su Palabra.

¿Qué es la teología sistemática?

Wayne Grudem en su libro ‘Teología Sistemática” define la misma como “cualquier estudio que responda a la pregunta, “¿Qué nos enseña toda la Biblia hoy?” sobre cualquier tema dado”.

En el libro “Todos somos teólogos” el doctor R.C. Sproul define la teología sistemática como “el estudio ordenado y coherente de las principales doctrinas de la fe cristiana (p.14).”

De esta manera el estudiante de la teología sistemática recopila y comprende todos los textos bíblicos relevantes sobre las diferentes doctrinas y luego presenta de manera clara y concisa las conclusiones de su estudio para saber qué creer acerca de cada tema.

El cristiano estudia la Palabra de Dios, se cuestiona por qué puede creer en la Biblia, estudia su inerrancia y entiende que no contiene errores. Ve su autoridad y la aplica a su propia vida. Este estudio se conoce como Bibliología.

Al entender que puede confiar en la Biblia, tiene tranquilidad para poder creer lo que ella enseña acerca de Dios. Estudia y medita en lo que Dios ha revelado acerca de sí mismo en la Biblia, y al hacerlo, está entrando en la esfera de la teología conocida como Teología Propia o el estudio de Dios.

Una vez entiende quién es Dios, se adentra en el estudio del hombre, la Antropología Bíblica. Se encuentra con las respuestas acerca de quién es el hombre, sus orígenes, su creación y semejanza a Dios, sus roles según su género, hombre y mujer, entre otros.

Luego, se adentra a estudiar la doctrina del pecado o Hamartiología, entiende su origen, su gravedad, su esencia, su solución.

La solución para el pecado es Cristo, así que el creyente estudia la persona de Jesús. Por medio de la Cristología se hace la pregunta ¿quién es Jesús? ¿Es Jesús Dios? Se asombra con la verdad de la encarnación y la divinidad de Cristo.

Y al entender a la persona de Cristo, el cristiano se deleita al comprender la Soteriología o doctrina de la salvación, y se enamora más de Jesucristo, al entender el perdón que se le ha dado y la salvación tan asombrosa y maravillosa que le ha sido otorgada. Gratitud sale del corazón al entender que ha sido escogido, y que ha sido por gracia.

Al entender la salvación, se regocija al estudiar la persona del Espíritu Santo. Mediante la Neumatología, entiende su deidad, su obrar tanto en el AT así como en el NT, y las implicaciones personales de Su presencia en la vida del creyente, es decir, la santificación.

Al estudiar la Eclesiología, el cristiano define qué es la iglesia, su función como el cuerpo de Cristo, la importancia de pertenecer a una iglesia local, el uso de los dones, el ministerio, su propósito, entre otros.

Y finalmente el cristiano que estudia la Escatología, o el estudio de los últimos tiempos podrá entender la eternidad, los acontecimientos pendientes por ocurrir, las bodas del Cordero, la Segunda Venida de Cristo, entre otras.

Como puedes ver, la teología sistemática ayuda al creyente a formar una cosmovisión bíblica de la vida. El cristiano lo examina todo a través de los lentes espirituales y reconoce que aun los aspectos “mundanos” de la vida, encajan en alguna de las categorías bíblicas. De esta manera puede protegerse del error, refutar el error, defender la verdad y vivir una vida coherente con la mente de Cristo.

Así que te invito a que en este tiempo de cuarentena estudies la Biblia, busques recursos y compartas con tus hijos una visión bíblica del mundo desde la perspectiva de la teología sistemática.

Te invito a visitar mi blog http://monicacarvajal.org/  ya que en los próximos días estaré añadiendo una nueva serie de artículos donde de manera clara y sencilla explicaré algunos de los conceptos y doctrinas básicas de la fe cristiana.

Es mi oración que esta nueva serie te ayude a disfrutar el estudio de la teología y abra tu apetito por las maravillosas verdades que Dios nos ha revelado en Su Palabra.

Hasta pronto, ánimo y bendiciones

Mónica

 

 

 

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