By February 7, 2019 0 Comments Read More →

Un regalo inesperado en medio de la noche

Por: Mónica Carvajal

Por un lado, la noche me parece peligrosa, y, por el otro, me parece maravillosa la manera en la que en ella puedo ver las luces. Las estrellas brillan con tanta claridad que se pueden reconocer constelaciones como la de Orión a simple vista. Las luces de las casas en las montañas, desde la ventana de mi sala, se ven tan coloridas que alegran el horizonte.

Esta madrugada, antes de salir el sol, el reflejo de la luz de los coches por la ventana de la cocina formaba unas figuras tan hermosas en el techo, debido a la combinación de la luz y los espacios diminutos de la persiana. Quise tomar una foto, pero fue inútil.

Al pensar en la manera como la luz brilla durante la noche y deja al descubierto cosas que de otra manera no podemos ver con la luz natural del día, pensé en Dios. Pensé en como Su presencia, Su amor, Su compasión, Su cuidado, Su ternura, Su gracia, Su consuelo, Su ayuda y Su poder, brillan para nosotros en las noches más oscuras de nuestra vida. A veces podemos no notarlo porque estamos acostumbrados a esos pequeños destellos de luz que se asoman por la ventana y nos perdemos el asombro y la maravilla de Su presencia.

Sin embargo, cuando observamos con detenimiento podemos descubrir que es algo increíble que solo se puede disfrutar plenamente durante la noche. Así que a veces Dios nos despierta en medio de la noche, no para agotarnos, sino para alumbrarnos, para que podamos verle.

Estoy segura de que todos disfrutamos de los días de sol, cuando las cosas van bien, pero hoy quiero animarte a asomarte por la ventana, o mejor aún, a salir de casa y ver el cielo, tal vez puedas ver las estrellas, y descubrir la maravilla de la luz en medio de la noche, para valorar mejor a Aquel que es la luz (Juan 8:12; 1 Juan 1:5) y que la ha creado (Genesis 1:3-5).

Tal vez la oscuridad que hay a tu alrededor es tanta que no puedes ver ni un rayo de luz en el horizonte. No importa, te invito a acercarte a la Palabra de Dios que es la lámpara que puede alumbrar tu camino (Salmos 119:105). Por medio de ella la luz de la presencia de Dios brilla con tanta intensidad que va a deslumbrarte con Su poder y con entendimiento.

No tengas miedo de la noche si caminas con Cristo, si andas en integridad. Esa noche que puedes estar atravesando ahora, puede ser el mejor momento dado por Dios simplemente para que le puedas ver y disfrutar de una manera más íntima y personal de Su presencia.

Su presencia hará que la noche más oscura de tu alma sea la noche donde Su misericordia brille con mayor fuerza. Ten fe, no estás solo, Dios está contigo.

Es mi oración que puedas decir como el salmista “Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme? (Salmo 27:1).

Dios te bendiga

Mónica

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