Cuando la alabanza reemplaza al llanto
«Tú has cambiado mi lamento en danza; Has desatado mi ropa de luto y me has ceñido de alegría; Para que mi alma te cante alabanzas y no esté callada. Oh Señor, Dios mío, te daré gracias por siempre»(Sal 30:11-12). En este salmo «Acción de gracias por haber sido librado de la muerte», el rey […]